viernes, 22 de enero de 2010

22 de enero.

Hoy Yolanda no se ha levantado con buen pié.
Se había quedado dormida. A consecuencia de ésto no desayunó y llegaba tarde al examen definitivo de historia.
Por suerte, llegó al instituto a golpe de campana y con la profesora en la puerta.
El examen le salió bien, gracias a los 5 días que llevaba en casa encerrada estudiando.

Cuando salió de clases se encontró con él, con el chico que le gusta, Alex; un rubio de ojos azules.
Ella siempre que dice que no le gusta solo por sus cualidades de chico fisicamente perfecto, si no que él es perfecto, genial.

Al medio día fue a comer con sus amigas al McDonal's.
Se zampó una buena hamburguesa con un enorme vaso de cocachola cargada de hielo.
Hoy iban a las rebajas.

Necesitaba consumir, obviamente, a estas edades es lo único decente que se suele hacer.
Había conseguido 300€ por navidades, y ese mismo día se los iba a gastar.

También tuvo como regalo de reyes una cámara reflex, con 2 objetivos.
Su gran pasión es la fotografía.
¡Adora la fotografía!
A todo le saca fotos, todo le fascina, todo tiene colores que le obligan a captarlos con su objetivo fotográfico.
Quiere ser fotógrafa reconocida por todo el mundo.
Que sus fotos sean portada de muchas revistas internacionales y fotografiar a diosas de la moda, y si se prestan, a esos modelos que tanto le gustan.

Dejando a un lado sus imaginaciones.
Después de gastarse todo el dinero se fue para casa y se postró ante la pantalla del ordenador.
Allí pasó mucho tiempo hasta altas horas de la mañana.

domingo, 17 de enero de 2010

17 de enero.

Hoy Yolanda se ha levantado casada, magullada, con agujetas y mucho dolor de cabeza. Era todo por culpa de la resaca.
Ayer fue el cumpleaños de su mejor amiga, Eva.
Se conocen desde infantil. Sus primeros pasos los dieron juntas; sintieron sus primeros sentimientos al mismo tiempo; se hicieron adolescentes al mismo tiempo, juntas. Todo lo había compartido desde pequeñitas (hasta el bocadillo de los recreos).

Hoy estaba sola en casa.
Sus padres iban a comer a la aldea, a la casa de sus abuelos; y su hermana mayor se fuera a domir a casa de novio.
Su madre le había dejado una nota encima del ordenador, así asegurandose su lectura. Ésta decía:
"Hija, te he dejado canelones en el horno. También tienes lasaña en el congelardor.
Te he dejado dinero en la hucha, porque seguramente encargues una pizza, como siempre.
Si necesitas llámame.

Un beso."

Hoy no iba encargar una pizza.
Estaba en pijama y aún se tenía que duchar y vestirse, y ya era muy tarde.
Hoy iba a comer canelones.

Después de 30 minutos se puso a comer.
Aquello le sabía a m... mal. Bueno, todo le sabía mal. La resaca seguía presente.
A las 3:30 se puso sus pantalos pitillo, sus botines grises y un jersey de punto. También cogió sus gafas de aviador, por si el sol le molestaba, hoy estaba muy sensible.
Había quedado con su otra mejor amiga, Lidia.
Era un año mayor que ella y se habían conocido en un campamento de verano. Compartían cabaña y desde aquellas confidencias.
Pasaron toda la tarde en el bar que hay dos calles más abajo de la casa de Yolanda.
Se contaron muchas cosas y se ayudaron mutuamente.
A las 8 y media se fue para casa.
Tenía que estar allí cuando llegaran sus padres.

Cenaron pasta, macarrones para ser esactos.
A las 11 se fue para cama, estaba muy cansada y mañana tenía examen de griego a primera hora.